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LECTURAS

Lectura 4:

 

Leonardo da Vinci, un genio de las máquinas

 

            Ha sido uno de los grandes genios universales. Entre sus muchas facetas, destaca la de pintor, escultor, ingeniero, constructor y científico. Hoy te explicamos los logros que alcanzó en la Mecánica, a la que consideraba la más noble de las ciencias.

            Si hubiera redactado él este artículo escribiría su nombre para poder leerlo en un espejo, porque él escribía todo en esa clave. Luego nos dibujaría su invento, realizado a base de poleas, palancas y engranajes. Estaría lleno de anotaciones explicando el movimiento de la máquina y un texto más amplio con su funcionamiento.

            Nació en Vinci en el año 1452. Durante su vida nunca fue reconocido, pero hoy en día nadie duda de que ha sido uno de los grandes genios de la historia. Era pintor, escultor, tañedor de laúd, arquitecto, ingeniero militar, constructor, urbanista, científico y anatomista, entre otras muchas cosas.

            Explicar todos sus logros requeriría de un tratado, por eso vamos a escoger una de sus facetas: la de mecánico. Él consideraba que la Mecánica era la más noble de todas las ciencias, “puesto que vemos que por medio de ella realizan sus acciones todos los cuerpos animados que poseen movimiento”.

            En sus manuscritos, llegó a predecir inventos que no pudo desarrollar aunque se construyeron años más tarde como el helicóptero o el submarino. Hubo otros que si diseñó y funcionaron: grúas móviles que permitían alzar grandes cargas, barcos, trajes de buzo, ascensores, máquinas para tallar tornillos y limas e incluso una especie de coche o máquina de movimiento continuo-alterno.

            Para sus diseños, Leonardo se basó en los estudios que 1.600 años antes habían hecho Herón y Arquímedes en la escuela de Alejandría. Los mecanismos eran simples y se basaban en cinco elementos: Un plano inclinado, una cuña, un tornillo, una palanca y una rueda. Arquímedes los llamaba los cinco grandes y combinándolos obtenía otras máquinas como tornos o engranajes.

            Una de las máximas aportaciones de Leonardo fue la representación que realizó de muchas de estas máquinas. Todas estaban basadas en la famosa Ley de Oro: si conseguimos reducir esfuerzo hay que recorrer más espacio.

 

Un genio

 

            VOLAR. Imitar el vuelo de los pájaros fue una de sus grandes obsesiones. Para descubrir cómo lograban hacerlo dibujaba sus movimientos de forma rápida y en distintas posiciones, como si se tratara de una película de dibujos animados. Diseñó varios modelos, pero todos eran demasiados pesados para volar. Nunca consiguió convertir su sueño en realidad.

            CÓDIGO. Leonardo escribió un código de Mecánica donde recogió muchos de sus diseños. Este manuscrito llegó a España, pero estuvo perdido durante 130 años. Apareció finalmente en 1967 y hoy se puede consultar en una edición facsímil en la Biblioteca Nacional de Madrid.

            OLVIDADO. Leonardo murió en el año 1519, a la edad de 67 años. Sin embargo, pocos habían reconocido entonces su grandiosa obra que hoy todos admiran.

 

Un genio del Renacimiento

 

            Para entender a este genio hay que conocer primero la época en la que vivió. Nació en 1452 en la ciudad de Vinci y fue un claro ejemplo del hombre del Renacimiento: buscaba el conocimiento no sólo en los libros, fuente exclusiva de los eruditos de la Edad Media, sino en la experiencia que le proporcionaba la realidad.

            La mayoría de sus ideas se desarrollaron en campos que hasta entonces no habían sido explorados. La Mecánica, el Urbanismo y la Arquitectura, la Hidrodinámica y la Aerodinámica fueron algunas de la ciencias a las que se dedicó, sin olvidar su faceta como artista, en la que destacó su enigmática obra ‘La Gioconda’.

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